martes, 30 de noviembre de 2010

... y sigo haciendo terapia en el mundo blogger

Si bien la vida te da sorpresas, algunos hechos que parecen sorpresivos son bien buscados y uno se las ingenia para depositar la culpa en el bendito destino, que es lo que más se tiene a mano generalmente. Que gran capacidad la de no ver. Si ese talento estuviera puesto en la acción inversa, en la acción de ver, no sería más fácil, pero si más productivo: aprenderíamos a corregir el rumbo en lapsos de tiempo relativamente cortos y llegaríamos antes a lo que queremos llegar. El meollo de la cuestión es saber con claridad a dónde queremos llegar, puesto que si uno pierde de vista el objetivo final, también pierde de vista el camino que conduce a ello o, más simple: sin un objetivo no hay un camino… hay varios y solo “Dios” sabe a donde conduce cada uno.
Bien… una vez que ya quisimos, buscamos y conseguimos, seguramente se presentará la incógnita que sigue, y es la de saber que es lo próximo que queremos, cual es el objetivo que sigue. Y aquí retomo lo de la capacidad de ver y la de no ver. Cuando uno NO ha visto de entrada y con claridad la meta que persigue, seguramente ha tomado caminos equivocados, se ha dispersado y se ha tomado un tiempo excesivamente largo para llegar al punto final; eso genera un desgaste mental groso y hace que solo pretendamos un descanso prolongado después de conseguir lo que hemos buscado por tanto tiempo. Para ponerlo en términos tangibles: si la casa de tu amigo queda a diez cuadras de la tuya, caminando en línea recta, pero en vez de hacerlo así , doblas cinco cuadras a la derecha, ocho a la izquierda y te volvés cuatro para atrás antes de retomar la ruta correcta, es lógico que al llegar no quieras hacer otra cosa más que tirarte en el sillón, porque has caminado el triple de lo que deberías haber caminado. Bueno, con las decisiones pasa lo mismo, si uno se distrae se va por las ramas, y al llegar no puede pensar ni en broma en un próximo objetivo: se apagan las luces, nos vemos en el futuro y que el destino se escriba solo, porque necesito una pausa (alta pausa). Algunos te dirán que se hace lo que se puede, otros te dirán que sos un pajero… yo digo que tenemos que aprender de las cosas que nos pasan, volver al eje, calmarnos, tomar envión y volver a empezar... no sin antes aclarar la cabeza para asegurarnos de tomar el camino más corto y así, llegar a destino con ganas de seguir caminando hacia la próxima meta con todas las luces, para encontrarnos en el futuro, escribiendo nuestro destino.

Foto by: Julia Scarone


P/D: Puta, que fácil que se ve cuando la escribo... bue, sigo haciendo terapia en el mundo blogger.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Crónicas de una mudanza (parte 1)

Corrían los últimos días de mayo y después de casi cuatro años de una relación a la distancia, de muchas idas y vueltas, deliberaciones existenciales y recientes tormentas emocionales, decidimos emprender la búsqueda de un hogar para vivir los tres, aquí, en la ciudad de la furia.
Me instalé una semana en la casa de mi novio y comencé la tediosa tarea de buscar dpto. por Internet con el mapa interactivo de la capital abierto en otra solapa. Arribé un lunes, con el objetivo de tener vistas para el sábado un mínimo de siete u ocho posibles viviendas... que ilusa. Me olvidé que acá las cosas se daban de una manera muy diferente a la de mi ciudad de origen:

1) Para poder ver una locación, primero había que hacer una cita con la inmobiliaria, que por lo general no era para el mismo día que se hacía la llamada.
2) Yo, que venía de una ciudad con 70 mil habitantes, me imaginé que, buscando en una misma zona o barrio, los departamentos a ver estarían distanciados por unas pocas cuadras... ERROR!! Para ir de uno a otro, tenía que tomar un subte como mínimo (y con suerte), si quería llegar a cumplir con el horario pactado.
3) Con la búsqueda en Internet se facilitaban muchas cosas, pero era sumamente cambiante... el aviso que había visto el día anterior, de ese dpto. que me había gustado, probablemente al día siguiente ya no estaba, por lo tanto la cosa consistió en ver, llamar y concertar cita, no hubo lugar para las dudas. Además, las fotos engañaban y eso te llevaba a comerte varios fiascos, y a pensar un 70 por ciento de las veces que "ese no era el lugar que habías visto en el aviso", sobre todo por el tamaño.

En fin llegó el sábado y habíamos visto tan solo dos viviendas, que además de tener un alquiler carísimo, eran una cueva de dos por dos y sin luz. El dato alentador, era que para ese sábado habíamos concentrado 7 citas al hilo, por lo cual estaríamos en una maratón inmobiliaria desde las 9:00 AM hasta las 16:00 PM, minutos más minutos menos.
Tal cual lo planeado y habiéndonos acostado tempranito la noche anterior, nos despertamos al día siguiente con un hermoso sonido ambiente de lluvia, que vaticinaba un día de temporal caótico , especial para emprender nuestra amena rutina. Imagínense las ganas que teníamos de anular todas las fucking citas y quedarnos para desayunar en la cama viendo la tele......... bueno, ahora imagínense la cara que teníamos en el ascensor, bajando hacia un destino incierto con zapatillas de lona y exentos de un miserable paraguas.
Antes de llegar a la boca de subte, que estaba a una cuadra, ya nos habíamos empapado y las únicas dos cosas que nos mantenían en el camino eran: el deseo de una vida juntos y el Mc Donald que nos esperaba al final de la jornada.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Buenos Aires ON FIRE

Bueno, aquí estoy, escribiendo de nuevo con Vilma Palma e Vampiros de fondo, ladrando en el programa de Maru Botana, que hijos de puta por Dio'!!! Pará que lo muteo porque me distrae......... listo, ahora si.
Como decía, vuelvo después de haberme ido (valga la redundancia) porque me dió la necesidad de contar como se fueron y se van dando los nuevos acontecimientos de mi vida. Uno tiene esa manía (a veces sana, otras no tanto) de hacer catársis en la web, en mi caso
, porque escribir así, en este medio y en otros tiempos, me activó para escribir en el anonimato de mi casa otras cosas, como cuentos, guiones y esas boludeces que uno escribe cuando le viene la "issssssssssspiración", vió? Ultimamente estoy muuuuuuy vaga, con la cabeza en otra cosa y tengo bastante olvidado ésto de escribir, lo cual me preocupa un poco y me parece que esa es la razón fundamental por la que hoy empiezo de nuevo con ésto de los blogggggsssss. En fin, habiendo empezado la sesión de terapia de esta manera paso a contar los últimos hechos de mi vida (voy a tratar de ser breve y sintética):
1 - Hace tres meses me mudé desde el interior de Córdoba hacia la Capital Federal.

2 - Estoy conviviendo con mi novio, con el cual tuve una relacion a la distancia de 4 años.

3 - Le hago el aguante a diario a mi hijo, lo cual implica muuuuuucha energía.

4 - Estoy más sola que Kung Fu en el día del amigo la mayor parte del día.

5 - Busco trabajo desde que llegué (todavía no consigo).

6 - Y estoy tratando de retomar mi tesis, la cual está CON-GE-LA-DA... y ni miras hay, de sacarla del freezer.

Bue, esas son las buenas nuevas, que vistas desde afuera y de acuerdo a como las escribí parecen caóticas, pero la verdad es que a pesar de que cuesta, estoy felíz porque lo elegí.
Obvio que a veces tengo mis momentos de locura temporal (pobres los dos que viven conmigo, se los bancan como duques), temporal porque son como las lluvias acá: duran días, pero en general la llevo bastante bien y me asombro día a día por mi capacidad de autogeneración. La mejor parte de todo ésto, y de eso se va a tratar este blog, es que como soy nueva en esta ciudad veo cosas buenísimas, sobre las cuales tengo muchas ganas de escribir. He atravesado situaciones geniales en la calle, me he detenido a mirar a la gente (muuuuuuuuuy al pedo estoy) y lo más importante, me he detenido a mirarme a mí misma frente a todo eso. Que flash!!!! Uno no deja nunca de conocerse a sí mismo, a tal punto que se caen las banderas que uno levantaba a ultranza y está bién!!!!!!!!! Supongo que tiene que ver un instinto de supervivencia y con la capacidad que tenemos de adaptarnos a nuevos contextos en los que nisiquiera habíamos pensado antes. Es genial, además, caer en la cuenta de que lo que uno se imagina del futuro, a veces no tiene un pingo que ver con la real realidad de lo que van a ser las cosas, y lo más groso es tener la fuerza de no sentirse un frustrado por eso... y en relación a ésto tengo que decir que todo tiene que ver con las personas que en ese momento están ahí para sostenerte: me saco el sombrero, porque tanto mi hijo, como el hombre que elegí para que esté a mi lado, son lo más y si estoy como estoy es gracias a ellos, porque no me dejan caer ni en pedo... a ellos: gracias totales. Nos vemos la próxima con alguna anécdota del futuro o del pasado.
Julia.